Estée Lauder, la emprendedora que fundó un imperio de belleza en su cocina

Por Estivaly Calva*

El tío de Estée Lauder era húngaro y llegó a vivir a Nueva York a casa de su sobrina. Él creaba cremas para la piel en la cocina y luego en un laboratorio. Ella aprendió a hacer lo mismo. Era una estudiante de secundaria en ese entonces cuando surgió su interés por la belleza. Así nació The Estée Lauder Companies en 1946 (hace 78 años).

Hoy los productos de cuidado de la piel, maquillaje y fragancias de Estée Lauder se venden en 135 países. En Estados Unidos tienen grandes almacenes. En su página web se definen como una empresa tecnológicamente avanzada e innovadora. Por ejemplo, han patentado tecnología para mantener la longevidad de la piel o para indicar el tono correcto de maquillaje.

Esta emprendedora inició su negocio con cuatro productos para el cuidado de la piel y una premisa simple: “Toda mujer puede ser hermosa”. Ella creía que cualquier persona puede lograr lo que quiera si tienen las agallas y el coraje para intentarlo. Así fue como creó una de las empresas que ha ganado reputación mundial.

Nunca soñé con el éxito. Trabajé para ello.

Estée Lauder

Amaba la belleza con pasión y creía incondicionalmente en su poder. No sólo dirigía una empresa, también era esposa, madre y amiga leal para muchos. Fue criada en Queens, Nueva York. Pero sus padres no eran estadounidenses. Su madre era húngara y su padre checo.

Estée Lauder era una genia comercial

Estée Lauder comenzó a vender sus productos para el cuidado de la piel y maquillaje en salones de belleza y lo hacía con pasión y perseverancia. Ella mostraba sus productos a las mujeres mientras estaban sentadas debajo de los secadores de pelo.

En ese entonces Estée Lauder ya estaba casada con Joseph Lauder desde 1930 y en 1946 lanzaron juntos oficialmente la empresa The Estée Lauder Companies. Un año después recibieron su primer pedido importante: productos por 800 dólares (casi 15 mil pesos) para Saks Fifth Avenue, una de las tiendas departamentales más famosas del mundo.

Nunca subestimes el deseo de belleza de ninguna mujer.

Estée Lauder

El éxito de Estée Lauder se debe en gran parte a que era una vendedora y comercializadora consumada. En 1998 fue reconocida por la revista Time como una de las 20 genias comerciales más influyentes del siglo XX. Ella creía que para realizar una venta había que tocar el corazón del consumidor, mostrarle los resultados y explicarle los productos.

Estée asistía a la inauguración de todas sus tiendas y se quedaba una semana para instruir a sus asesores de belleza sobre técnicas de venta y exhibición de productos. Le gustaba hablar con los consumidores. Ella era como un departamento de investigación unipersonal.

También realizaba campañas de boca en boca. Su mantra frecuentemente repetido era “teléfono, telégrafo, díselo a una mujer”. Asimismo, la idea de “regalo en tu compra” es de Estée. Hoy es una práctica en la industria de belleza y cuidado personal.

De incipiente empresa en un negocio multimillonario

Estée Lauder amplió su negocio con la venta de perfumes. Ella tenía un buen olfato. Su primer éxito fue Youth-Dew, una mezcla de rosa, jazmín, vetiver y pachuli. Esta innovación transformó la incipiente empresa en un negocio multimillonario.

Pues en ese entonces la mayoría de las mujeres reservaban sus fragancias para ocasiones especiales. Y Estée creó Youth-Dew, un aceite de baño que también funcionaba como perfume para la piel. Así, cambió la forma en que se vendían fragancias.

Nadie alcanza el éxito sin correr riesgos…Hay que ser capaz de reconocer el momento y aprovecharlo sin demora.

Estée Lauder.

Constantemente desafiaba el status quo. Supervisó la creación de cinco marcas adicionales: Aramis, Clinique, Prescriptives, Lab Series y Origins. Siempre insistió en que los productos de la empresa se elaboraran con ingredientes de la más alta calidad. Amaba Nueva York. Le encantaba aprender sobre sus clientes y respectivas culturas.

Los valores fundamentales que estableció en su empresa fueron respeto por el individuo, integridad, generosidad y espíritu empresarial. Hoy The Estée Lauder Companies tiene más de 60 mil empleados. Pero lo más importante para Estée Lauder no era su empresa, sino su familia. La hacía feliz que sus hijos y nietos se unieran al negocio familiar. Estée se jubiló en 1995 y falleció en 2004.

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