La historia de Crocs es un fascinante ejemplo de innovación y reinvención. A pesar de iniciar como calzado para navegar, la compañía ha superado críticas por su diseño, polémicas por accidentes, crisis económicas y más, hasta llegar a ser considerado uno de los artículos de moda de lujo más codiciados.
Esto es todo lo que ha tenido que pasar Crocs, desde sus inicios en 2002, hasta ser una compañía con más de 350 puntos de venta distribuidos alrededor del mundo.
La historia
Sus orígenes se remontan a 2002, cuando George Boedecker Jr. y sus socios lanzaron un calzado innovador pensado para el ámbito náutico. Su diseño original, caracterizado por ser ligero, resistente al agua y con una suela antideslizante, capturó rápidamente la atención del público de aquel segmento.
Sin embargo, este producto pronto atrajo las miradas de otros sectores debido a su comodidad, la cual se atribuye al material Croslite, una resina que se adapta a la forma del pie. Así, doctores y otras profesiones que requerían pasar largas jornadas de pie, se volvieron asiduos compradores de los zapatos Crocs.
Desde su lanzamiento y por la innovación en el mercado que eran en ese momento las sandalias Crocs, la compañía creció con rapidez, lo que también le permitió diversificar su gama de productos.
Cuando en 2006 la empresa salió a bolsa, todo parecía ir viento en popa; sin embargo, la llegada de la recesión económica los puso a prueba pues las ventas cayeron y las acciones se desplomaron, llevando a la compañía a un punto crítico.
La llegada de Andrew Rees como CEO en 2014 revirtió el negro panorama que enfrentaba Crocs. Bajo su liderazgo, la empresa se reenfocó en su icónico diseño de zuecos, redujo su cartera de tiendas y dedicó especial atención a las colaboraciones.
Estas alianzas estratégicas con diseñadores de renombre, celebridades y otras importantes empresas como KFC o Pixar, impulsaron la innovación y redefinieron la imagen de la marca.
Lo anterior, aunado a la pandemia en donde la tendencia se inclinó hacia la comodidad en la moda, permitió a la marca resurgir, tan solo cerraron el 2023 con ventas por $3,962 millones de dólares.
Evolución de Crocs
Crocs ha experimentado una sorprendente transformación. Lo que comenzó como una idea para crear un zapato antideslizante y cómodo para navegar, ha evolucionado a un fenómeno global que ahora se codea con gigantes de la alta costura como Saint Laurent y Prada.
Y son las mismas características del calzado, así como estrategias adecuadas, las que han permitido que la marca transite hacia caminos que se creían impensables en un inicio, tales como el uso por especialistas en la salud.
Pero el cambio más sorprendente, sin duda alguno, ha sido su consideración como un producto de lujo. Este hecho se ha ido gestando desde que iniciaron con las colaboraciones, las cuales han alcanzado a las grandes casas de moda como Balenciaga. También han trabajado de la mano de prestigiosos diseñadores como Simone Rocha o Salehe Bembury.
Fue precisamente el modelo Crocs x Salehe Bembury clogs el que se enlistó como uno de los diez productos de lujo más codiciados según el Lyst Index Q4 de 2022, junto a artículos de otras marcas como Saint Laurent, Prada, Bottega Veneta o Loewe.
Este tipo de logros han contribuido a revertir las críticas que recibía la marca al inicio. Personajes como Tim Gunn, considerado “gurú de la moda”, incluso los catalogó en su momento como “ofensivos”.
Este cambio en la percepción ha hecho que personalidades como el príncipe George, Justin Bieber, Bad Bunny, Ariana Grande, Michelle Obama y más, hayan sido retratados en algún momento usando un par de Crocs.
Polémicas que la rodean
Son varias las situaciones que han puesto en aprietos a la marca. Una de ellas fue cuando el Ministerio de Comercio Internacional e Industria de Japón solicitó a la compañía modificar su diseño luego de recibir aproximadamente 65 quejas de accidentes sufridos por niños. Las denuncias se daban luego de que el calzado, por su diseño y dimensiones, se quedara atrapado en las escaleras eléctricas.
Otro de los grandes problemas con los que tuvieron que lidiar fueron las prohibiciones de uso de Crocs en algunas instituciones de salud en Estados Unidos, Canadá y Suecia por la acumulación de electricidad estática de alto voltaje que detectaron en este tipo de calzado. La compañía respondió creando un modelo que contrarrestaba el problema.
La historia de Crocs es sinónimo de innovación, resiliencia y reinvención, atributos que le han permitido a la marca superar todo tipo de obstáculos, seguir vigente y hasta alcanzar nuevos mercados.
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