¿Rentar casa del Infonavit? Estos son los riesgos de la iniciativa de reforma de AMLO

La reforma constitucional en materia de vivienda propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que plantea ofrecer en renta inmuebles que construya el Infonavit, pondría en riesgo los recursos de los trabajadores aportados a esa institución, en tanto que disminuye las posibilidades de los empleados para hacerse de un patrimonio.

Sin contar la previsible corrupción y opacidad, los costos de la construcción de inmuebles, y luego la cobranza de los arrendamientos y su posible incumplimiento de pago, añadirían cargas financieras innecesarias al Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), un organismo que -al cierre de 2023- mantiene un Índice de Cartera Vencida (ICV) de 20.7%.

Es cierto que hay un déficit de vivienda en nuestro país que obedece, principalmente, a los elevados precios de los inmuebles, y a que tenemos “un mercado financiero costoso para financiar construcción (sic)”, tal y como explica la iniciativa presidencial.

Sin embargo, la solución no es que el Infonavit regrese a construir inmuebles para ahora ponerlos en renta, ya que eso implicaría volver a los mismos problemas que enfrentaba el organismo en 1992.

En ese año, la ley del Infonavit fue reformada con el objetivo de que la institución fuera más eficiente, ya que la demanda de inmuebles era mucho mayor a la oferta de los bienes construidos por esa institución, además de que su capacidad de cobranza presentaba serias deficiencias.

Esa situación no ha cambiado, al contrario, hoy -con el aumento de la población- se demandan más viviendas que las que se ofertan en el mercado inmobiliario, un déficit que difícilmente podría solucionar el Infonavit edificando viviendas para arrendamiento.

Por eso, desde 1992 el Infonavit dejó de construir inmuebles para dedicarse por completo a otorgar financiamiento para que los trabajadores adquieran una vivienda, nueva o usada, o utilicen las aportaciones de su subcuenta para cofinanciar la compra de bienes junto con créditos bancarios.

Afectaciones económicas

La iniciativa del presidente plantea que, después de un año de cotización, los trabajadores “podrán acceder a las viviendas en arrendamiento social propiedad” del Infonavit, además de que, después de diez años de arrendamiento de una misma vivienda, “la persona trabajadora tendrá derecho a adquirirla en propiedad”.

Es decir, se está proponiendo que el Infonavit invierta una parte de su patrimonio en la construcción de inmuebles para arrendamiento, los cuales podrán dejar de ser de su propiedad diez años después, si así lo desea el arrendatario, quien podría adquirir el inmueble mediante un crédito que le otorgue el mismo Infonavit.

En este tema, la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) considera inviable la propuesta de reforma del mandatario, porque quienes perderían recursos serían los trabajadores, ya que son estos, con las aportaciones de sus patrones, los que integran el presupuesto del Infonavit.

No hay que olvidar que ese organismo es solo un administrador de las aportaciones para la vivienda, mismas que pertenecen a todos los empleados que cotizan ante el Instituto Mexicano del Seguro Social.

“La cartera vencida está arriba del 18%, es una cartera muy complicada, ahora van a pasar a administrar carteras en renta, nosotros como IP (iniciativa privada) y los más preocupados deben ser los trabajadores porque se verían fuertemente afectados”, dijo al diario El Financiero Alberto Moreno Gómez, presidente de la Canadevi.

A diferencia de lo que ocurre con una hipoteca que, cuando no se paga, el crédito está garantizado con el inmueble, en el caso de los arrendamientos propuestos no existiría ninguna garantía para que estos se paguen efectivamente a la institución, misma que ya tiene una cartera vencida muy superior a la que se observan -por los mismos productos- en las instituciones bancarias.

Mientras que el ICV del Infonavit cerró el año pasado en 20.7%, ese indicador oscila entre 0.8% y 4% en los créditos hipotecarios otorgados por los bancos. El ICV se calcula dividiendo el monto de la cartera vencida entre la cartera total.

Según el balance general consolidado del Infonavit, al 31 de diciembre de 2023 la cartera vencida ascendió a 306,767 millones de pesos, cifra 7.78% superior a la registrada al cierre de 2022 cuando los créditos vencidos sumaron 306,528 millones de pesos.

El Infonavit reportó que 773,261 créditos hipotecarios se encuentran en cartera vencida, de un total de 5 millones 513,096 empréstitos, es decir, el 14% de las hipotecas vigentes del organismo no están siendo pagadas.

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