¡Rayos, Cruz Azul! Necaxa electrocuta a La Máquina en el Estadio Azul

A Cruz Azul le faltó lucidez para sacudirse el golpe de la semana pasada y fue “electrocutado” por los Rayos del Necaxa en lo que se convirtió en la cuarta derrota del torneo, la segunda de manera consecutiva (1-2).

El estadio Ciudad de los Deportes era una fortaleza para La Máquina de Martín Anselmi hasta que llegó Necaxa, que le recetó la segunda derrota como local en el torneo y demostró que no es una revelación, sino una realidad, y bastó media hora para dejarlo claro.

Carlos Rotondi (9’) abrió el marcador con una definición exquisita desde los linderos del área, tras una sutil asistencia de pecho de Ángel Sepúlveda; sin embargo, los dirigidos por Eduardo Fentanes respondieron de inmediato.

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La inexorable “ley del ex” se hizo presente en el estadio de la colonia Nochebuena y, a pesar de ser abucheado por la afición cementera, Diber Cambindo (12’) igualó el encuentro para los hidrocálidos en una jugada con todo su sello, explotando su potencia y definiendo a la salida del portero colombiano Kevin Mier.

Un pragmático, pero efectivo Necaxa tomó la delantera gracias a un golazo del joven argentino José Paradela (28’), quien aprovechó la falta de oficio como central de Ignacio Rivero, quien se volteó en vez de ir por la pelota, que fue mandada al poste derecho de Mier, quien no pudo llegar para atajar el disparo que lentamente entró a su portería.

Con el correr de los minutos bajó el sol que acompañó el primer tiempo y con él, se fue la intensidad del partido. Cruz Azul batalló para encontrar alternativas al ataque, más allá de apostar por una genialidad por la banda derecha en los pies de Uriel Antuna, y los Rayos encontraron comodidad en el juego de contragolpe y seguridad en las reacciones del guardameta Ezequiel Unsain, quien indudablemente se convirtió en la figura del partido con sus buenas atajadas.

La Máquina perdió tres puntos, la posibilidad de pelear por el primer lugar de la tabla de posiciones y la confianza de su afición, de esos 25 mil 580 celestes que durante el partido pidieron a cánticos que “¡para ser campeón, hoy hay que ganar!” y se fueron con una derrota muy dolorosa. Los Rayos semana a semana se confirman ya no como una sorpresa, sino una realidad.